Confieso que amanecí inquieta... la verdad es que me acosté ya así. Antes de ir a dormir buscaba un mensaje suyo, quería saber si le había gustado su regalo. Busque por todos lados, menos donde tenía que hacerlo y cuando llegue ahí su mensaje estaba en el inbox. Le gusto. Dormí abrazada a él, a su estar sin estar.
Todo el día estuve pensando en lo que venía. Todo el fin de semana sin saber mucho de él... y para acabarla de amolar, bombón aviso que no iba a estar conectado. Mis hombrecitos emprendían la graciosa huida.
Él, en estos momentos en que escribo esto, esta de fiesta. Después de su último mensaje sentí como si parte de mi corazón se hubiera ido con él.
Últimamente los ángeles andan volando bajo. Recibí un regalo vía Twitter. Un hermoso regalo... Después de verlo, no una ni dos veces, la tranquilidad regreso... Y no es que deje de extrañarlo, no. Quisiera saber de él, leer que esta bien... saber que esta disfrutando su fin de semana. Sentir sus besos y escuchar sus te quieros a la distancia...
Un respiro... un momento de paz que se encierra en 55 segundos de un video... una melodía muy sencilla acompañada de unos cuantos enunciados... tal vez eso es el amor, después de todo.
Ahora estoy más tranquila...
Estimado lector, espero que este video llegue a sus adentros y cause la misma o mejor sensación que causo en mi...
Por cierto... te quiero loquito!!
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