sábado, 8 de septiembre de 2012

La pianista

Estando en su cama, la pianista tuvo un momento de cordura cuando escuchó a su bisnieto tocar el piano que estaba en su recámara. Se incorporó de su lecho y lo primero que alcanzó a ver sobre el piano fue el retrato de su marido. Recordó su sonrisa, esa que brillaba entre bambalinas y le esperaba para abrazarla y felicitarla después de haber ofrecido su primer recital ante una sala llena.

Esa misma sonrisa fue la que la rescató de aquel burdel donde tocaba el piano. Siendo la menos agraciada, la madame decidió enseñarle lo poco que conocía de música. Así mataría el hambre de la chica y a su pianista borracho de un solo tiro.

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